jueves, 25 de marzo de 2010

Los superconductores en la ciencia ficción

Los superconductores en la ciencia ficción
Podría pensarse que una tecnología tan absolutamente innovadora como
la superconductividad habría sido ampliamente utilizada en la ciencia
ficción... pero en la práctica no es así. Por supuesto, obras en las
que se comenta que tal o cual cachivache
utilizan dispositivos superconductores no son raras. Pero si lo que se
pide es que la superconductividad sea un elemento decisivo de la trama
prácticamente pueden contarse con los dedos de una mano... y sobran
dedos. Debido a esto se aprecian
mejor obras como el relato "Cruzada", de Arthur C. Clarke. En un mundo
situado entre dos galaxias, a una temperatura por debajo del punto de
licuefacción del helio, aparece una inteligencia basada en la
superconductividad. Una inteligencia que
no ve con buenos ojos a las inteligencias orgánicas, moviéndose en
ambientes de alta temperatura y que mantienen esclavizadas a las
pobres computadoras y decide iniciar su propia cruzada liberadora...
Otro libro emblemático en el que la superconductividad juega un papel
importante es "Mundo Anillo" y especialmente su continuación "Los
Ingenieros de Mundo Anillo", de Larry Niven. El colapso de la sociedad
del fabuloso Mundo Anillo vino
propiciado por una degeneración de los sistemas electrónicos y de
generación de energía... debido a la contaminación por un hongo de los
superconductores que utilizaban. Teniendo en cuenta que la novela fue
escrita en 1970, demuestra una notable
capacidad de anticipación en la utilización de superconductores de
temperatura ambiente.
En la misma linea, la civilización alienígena de "La paja en el ojo de
Dios", de Niven y Pournelle tiene uno de sus pilares en la existencia
de superconductores que funcionan a temperaturas biológicas... e
incluso pueden ser utilizados como pintura.
Aparecen también algún que otro tipo de material exóticos, como por
ejemplo superconductores de calor o superfricción.
La superconductividad en cuanto a mecanismo para la generación de
enormes campos electromagnéticos es utilizada por Gregory
Benford en su relato "Efectos Relativistas", en el que se describe con
todo lujo de detalles la estructura y el funcionamiento de una nave
estatocolectora... que utiliza superconductores de alta temperatura
para la generación de las
fuerzas hidrodinámicas que actúan como colector de materia para el
motor de la nave. Esta misma tecnología se utiliza también en "Tau
Cero", de Poul Anderson, aunque aquí empleando superconductores
clásicos refrigerados por helio.
Otro elementos de la ciencia ficción en los que la superconductividad
no es un lujo son los ascensores espaciales.
En efecto, en un ascensor son necesarios superconductores para el
transporte de energía (las perdidas en un cable de 36.000 Km podrían
resultar impresionantes), para mover los vagones del sistema de
transporte (por medio de un acelerador lineal,
semejante a los trenes MAGLEV a los que hicimos referencia mas arriba)
o incluso para el acoplamiento del cable: en "Marte Rojo", de Kim
Stanley Robinson se utiliza un enlace dinámico de tipo
electromagnético en el que los campos implicados
requieren sin duda alguna el uso de superconductores...
Los dispositivos de interferencia cuántica o SQUID son descritos
magistralmente por William Gibson en su clásico relato "Johnny
Mnemónico" (del que partió la película del mismo nombre). En este
cuento aparece un delfín, veterano de guerra,
dotado de un dispositivo SQUID (en la nefasta traducción del cuento
"calamar") para la detección de minas y submarinos enemigos... que
también puede ser utilizado para leer la clave implantada en el
cerebro de un correo cargado con información altamente reservada y
peligrosa. Estos dispositivos también aparecen en la película "Días
Extraños", donde
un dispositivo SQUID con superconductores de temperatura ambiente se
utiliza para grabar y reproducir digitalmente experiencias personales
directamente desde el cerebro humano... dando lugar a un productivo
mercado negro de sexo, sensaciones y emociones.
Por ultimo, en el relato "Armaja Das" de Joe Haldeman aparecen
ordenadores superavanzados que utilizan superconductores
clásicos (mercurio refrigerado por helio) en su CPU: al final resultan
ser tan sumamente avanzados que son sensibles a las maldiciones y el
mundo acaba por destruirse por su culpa.
Pobre bagaje de relatos para una tecnología tan sumamente interesante
dentro del género...
El fenómeno de la superconductividad ya forma parte integrante de
nuestras vidas. La resonancia magnética nuclear no habría podido
desarrollarse sin su ayuda y constituye un auxiliar indispensable en
la investigación científica y tecnológica. El
que consiga o no convertirse en un producto de gran consumo depende
exclusivamente de los resultados de la investigación sobre
superconductores a temperatura ambiente. En cualquier caso, es
evidente que estos materiales supondrán en un futuro
inmediato un elemento sumamente importante en nuestra civilización: la
era de las tecnologías mas allá de la resistencia eléctrica parece
encontrarse, en estos momentos, a la vuelta de la esquina.
Publicado por Jhon Ender Duque Valderrama en 14:29 CRF
http://supercondutivity.blogspot.com/2010/02/jhon-ender-duque-v_2902.html

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